Las abogadas españolas llevamos años derribando muros, rompiendo techos de cristal y construyendo espacios cada vez más amplios en condiciones de igualdad con nuestros compañeros.
Los avances son significativos y merecedores de nuestro reconocimiento y agradecimiento a quienes abrieron puertas y ventanas y nos enseñaron a mirar con perspectiva de género.
Pero aún queda camino por recorrer.
En materia de acceso en igualdad a todos los lugares en los que se toman decisiones. En la Abogacía, por ejemplo, si bien las mujeres representan el 49% de los profesionales colegiados y el 47% de los miembros de las Juntas de Gobierno, solo un 23% de los Decanos son mujeres.
En materia de igualdad salarial. A pesar de se ha reducido un 5,5% en la última década, la brecha salarial es todavía del 18,36% y su reducción se ralentiza.
En materia de corresponsabilidad en los cuidados para una efectiva conciliación de la vida laboral, familiar y personal. El 95% de las personas que reducen su jornada por cuidados de un familiar son mujeres.
En materia de erradicación de las violencias contra las mujeres, como manifestación más cruel de la desigualdad.
Por eso, desde la Abogacía Española, este 8 de marzo queremos hacer un llamamiento a toda la sociedad para:
Garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres para el acceso a los puestos de responsabilidad.
Trabajar por la sensibilización y la prevención de las desigualdades y la garantía de la corresponsabilidad en los cuidados.
Fomentar la unidad entre sectores profesionales y la colaboración interinstitucional para avanzar juntos en la eliminación de desigualdades y en prevención de las violencias machistas.
Desde la Abogacía Española, este 8 de marzo y cada día trabajamos y seguiremos trabajando para defender y ejercer el derecho de defensa de todas las mujeres con especial atención a las más vulnerables. Porque una sociedad que garantiza la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres es una sociedad más libre, más democrática, más justa para todas y para todos.