La segunda marcha de otoño de 2013, se celebró en el parque Nacional de Cabañeros, en la zona llamada Plaza de los Moros y Sierra Castellar de los Bueyes. Fueron dos rutas de corta duración, separadas, aunque coincidentes en sus tramos iniciales.

La primera comenzaba en la falda Norte del Pico Umbría y tardamos algo menos de dos horas en completarla. Es de destacar que aunque el pico no era muy alto, su ascensión si resultó un tanto fatigosa, y que la realizaron compañeros que por distintas dificultades físicas tales como operaciones o convalecencias, hubieron de ponerle un gran entusiasmo y arrojo a las dificultades del ascenso. Y una vez arriba, el paisaje mereció la pena, pues fueron magnificas fueron las vistas que podían contemplarse desde el vértice geodésico: grandes llanuras se extendían a lo lejos, donde las montañas, suaves como dunas, mostraban un color añil, bajo el azul del cielo.

Dejamos atrás las pedrizas de la cima y tomamos la senda de Sierra Castellar. Había caído un fuerte rocío, y gruesas gotas de escarcha colgaban de las ramas. Todo el campo parecía tan adormecido que podíamos oír el ruido de las ramitas que crujían bajo nuestros pasos, y en medio de un profundo silencio, divisamos el pantano de los Rubiales, cuyas aguas brillaban tan fuerte que dañaban la vista.

El autobús nos recogió a la entrada del Horcajo, aunque algunos prefirieron proseguir la marcha, subiendo la larga y empinada cuesta final.

El día, que había sido especialmente frio en sus horas iniciales, comenzó con un divertido desayuno de compañerismo y finalizó con la comida en el restaurante del camping, y, según manifestaron los propios participantes, resultó del agrado de todos.